A mí esto de sacar otra vez a ETA me huele un poco a desesperación, la verdad; pero, a partir de ahí, si me permitís una reflexión por otro lado: para mí la clave —o lo que a mí me interesa— es cómo enfrentar a este tipo de derecha que dice que España es una dictadura comunista, que dice «seremos fascistas pero sabemos gobernar». ¿Cómo se enfrenta a ese tipo de derecha?
Yo creo que necesitamos en España una izquierda mucho más contundente y mucho más radical para enfrentar a esa derecha, porque al final, en un país, si tienes a una derecha muy radical que dice estas cosas y, del otro lado, tienes una izquierda muy moderadita —y eso lo pones en el eje tiempo— todo se va derechizando; cada año estamos más y más a la derecha.
Es un poco como el juego de la soga que se juega en las fiestas populares: si los que tiran a la derecha tiran mucho más fuerte que los que tiran hacia la izquierda, entonces el pañuelo —el cuerpo social, en este caso el país— se va moviendo hacia la derecha y hacia la derecha.
Yo creo que hace falta una izquierda, Jesús, mucho más radical, que vuelva a hacerse fuerte, que diga que España no va como un cohete; que diga que esto no es una democracia real sino una dictadura del capital; que si el 1% tiene tanto como el 99% no puede haber democracia; que si hay un oligopolio mediático no puede haber democracia; que la vivienda tiene que estar fuera del mercado. Eso es lo que hace falta en este país para enfrentar a este tipo de derecha.