España en 30 años: de la transición a hoy
España en 30 años: de la transición a hoy
Para alguien que ha estado 30 años "viviendo bajo una piedra", los cambios han sido enormes. Tras la muerte de Franco (1975), España recuperó la monarquía parlamentaria (Constitución de 1978) y se integró plenamente en Occidente. En 1982 entró en la OTAN (bajo presiones de EE.UU., incluso amenazando con apoyar la independencia de Canarias) (ProleWiki). En 1986 ingresó en la Unión Europea. Desde entonces el país se consolidó como un aliado militar y económico de EEUU y Europa, con Gobiernos tanto de derechas (PP) como de “izquierdas” (PSOE), pero sin romper nunca con el modelo neoliberal. Como señala incluso la enciclopedia marxista ProleWiki, “Spain is an imperialist country” y es miembro de la OTAN y la UE (ProleWiki). Dicho en plata: España se alinea con las políticas geoestratégicas occidentales y participa en su imperio.
Influencia de EEUU y bases militares
Desde la Guerra Fría España ha estado muy ligada a Washington. Ya en 1953, el régimen franquista firmó los Pactos de Madrid: cedió el uso de cinco bases militares (Torrejón, Zaragoza, Sevilla/San Pablo, Morón y Rota) a cambio de ayuda económica y militar (Wikipedia). Hoy EEUU mantiene presencia permanente en las bases de Morón (Sevilla) y Rota (Cádiz) (Wikipedia)3. Por ejemplo, en Rota operan buques de guerra de la Armada de EEUU (misiles balísticos de la OTAN) y aviones de transporte pesado que reabastecen tropas aliadas (Wikipedia). Estas instalaciones son nodos clave para la proyección global de la OTAN (Europa del Este, Oriente Medio, África). En la práctica, España sigue siendo un “socio menor” de la estrategia militar estadounidense: en 2025 incluso Podemos exigió cerrar esas bases como parte de combatir “la organización imperialista que dirige Donald Trump” (La Vanguardia).
Participación en conflictos globales
España ha apoyado todas las grandes intervenciones occidentales de las últimas décadas. Desde 1990 ha enviado tropas o apoyo logístico a las guerras impulsadas por EEUU y la OTAN: la primera guerra del Golfo (1991), la invasión de Irak (2003), la campaña contra Yugoslavia (años 90) o las intervenciones en Afganistán (desde 2001) y Libia (2011) (WSWS). En 2024 España desplegó unos 1.437 soldados en la misión de la OTAN en el “flanco este” (Eslovaquia y Rumanía) (El País). Además, destina personal a misiones ONU (690 cascos azules en Líbano) (El País) y participa en misiones en Emiratos y Somalia. En 2024 España gastó alrededor de 1.300 millones en misiones exteriores (20% más que el año anterior) (El País). La UE y España también han entrenado a 6.000 soldados ucranianos y comprometido 1.000 millones en armamento (600 ya entregados) (El País).
Esto contrasta con los problemas internos: paro juvenil cercano al 40% en crisis pasadas, crisis de vivienda, recortes en servicios públicos. Podemos denunció que entre 2024–2025 el gasto en defensa aumentó en 17.000 millones (El País). La izquierda remarca que “cada euro en armas es un recorte en sanidad o educación” (WSWS)(El País). Izquierda Unida calificó a la OTAN como “organización criminal” y pide abandonar la Alianza (La Vanguardia). En marzo de 2025, tanto IU como Podemos reclamaron la salida de España de la OTAN y la retirada de las bases estadounidenses (La Vanguardia).
Estado español y el “imperio económico”
En lo económico, España es un país capitalista desarrollado e integrado en el mercado global. Tras la entrada en la UE y el euro se aplicaron políticas neoliberales: privatizaciones, precarización laboral y recortes sociales. Tras la crisis de 2008 muchos hogares perdieron sus viviendas mientras se rescataba a la banca. Podemos denunció que, pese a la crisis social, el Gobierno continuaba recortando conciliación, vivienda y educación mientras aumentaba el gasto militar (El País). La OTAN ya reconoce que España cumple con el 2% del PIB en defensa (El País).
Además, grandes empresas españolas (Telefónica, Santander, Repsol) mantienen una presencia fuerte en Hispanoamérica y otras regiones, a menudo alineadas con intereses occidentales. El Centro Delás de Estudios por la Paz denuncia exportación de armas y sistemas de seguridad en esta red global (El País).
Israel, Palestina y los dobles estándares
Caso evidente de “doble rasero imperialista”: Rusia vs Israel. Tras la invasión rusa de Ucrania, Europa aplicó sanciones durísimas. Pero ante la ofensiva israelí en Gaza (2023–2025), muchas potencias occidentales mantuvieron apoyo político o silencio. España fue de los primeros países en declarar lo ocurrido como “genocidio”. En 2024 Amnistía Internacional concluyó que “Israel ha cometido y continúa cometiendo genocidio en Gaza” (Amnistía).
En 2025, España formalizó el embargo de armas, prohibió tránsito de combustibles militares israelíes y vetó entrada a responsables directos (RTVE). También pidió excluir a Israel de competiciones internacionales, como se hizo con Rusia (Al Jazeera). Israel respondió acusando al Gobierno español de “antisemitismo” y sancionando a ministras españolas (RTVE).
Mientras Rusia fue demonizada con rapidez, las violaciones israelíes tardaron más en visibilizarse. La izquierda denuncia la hipocresía europea: sanciones severas a Rusia, pero comercio y apoyo diplomático a Israel. En España esto ha polarizado profundamente a los partidos. Podemos recordó que sus votantes no avalaron “duplicar el gasto militar y enviar tropas a Ucrania” (La Vanguardia)(El País).
Perspectiva de la izquierda española
Los votantes de izquierdas han buscado alternativas al bipartidismo neoliberal. Sin embargo, el Gobierno de coalición PSOE–Podemos (2020–2023) mantuvo gran parte de la agenda militar y económica marcada por EEUU y la OTAN. Podemos apoyó presupuestos con aumento récord del gasto militar (WSWS)(El País). IU pide ahora “salir de una organización criminal” (OTAN) y Podemos exige que no se envíen tropas sin aprobación parlamentaria (La Vanguardia). Sumar reclama mayor independencia europea frente a la influencia militar de Washington (El País).
En lo social, los problemas estructurales persisten: salarios bajos, precariedad juvenil, pensiones insuficientes y vivienda inaccesible. El 15-M en 2011 y el auge posterior de nuevas izquierdas fueron respuesta directa a este estancamiento. Medios críticos como Público, eldiario.es, La Marea, Rebelión, CTXT o El Salto han documentado estos temas.
Conclusión
En las últimas tres décadas, España ha mantenido una democracia formal pero profundamente alineada con la agenda militar, económica y geopolítica de EEUU y Europa. Ha participado en guerras occidentales (Irak, Afganistán, Libia, Ucrania) al tiempo que recortaba gasto social para financiar armamento (El País). La izquierda denuncia la incoherencia de castigar a unos Estados (Rusia) mientras se toleran o apoyan violaciones de derechos humanos mucho más graves por parte de otros (Israel) (Amnistía)(RTVE).
Para quien llevaba décadas "bajo una piedra", este panorama sintetiza las dinámicas esenciales. El mensaje de la izquierda es claro: cuestionar las alianzas imperiales y priorizar las necesidades sociales. Para profundizar, se recomienda consultar análisis críticos como ProleWiki (ProleWiki), informes de Amnistía Internacional (Amnistía) y medios independientes.